En una extensa charla con LA CAPITAL, el ministro Javier Alonso explicó que ayer se reunió con el intendente Guillermo Montenegro y con el fiscal general Fabián Fernández Garello para coordinar políticas criminales en Mar del Plata.
Javier Alonso, ministro de Seguridad de la provincia, aseguró que la relación con el intendente Guillermo Montenegro es buena y que la clave para mejorar la situación en Mar del Plata es un trabajo en conjunto.
“En seguridad no puede haber ningún tipo de grieta”, dijo Alonso a LA CAPITAL luego de la reunión mantenida con el intendente Guillermo Montenegro y el fiscal general Fabián Fernández Garello, durante la cual coordinaron el trabajo en conjunto para las próximas políticas criminales en Mar del Plata.
Alonso detalló la implementación de un nuevo sistema de monitoreo, la descentralización de los centros de respuesta y los esfuerzos para desmantelar las organizaciones criminales que operan en la región. Asimismo, reflexionó sobre la necesidad de un trabajo mancomunado para enfrentar problemáticas como la violencia de género y el impacto socioeconómico en la seguridad.
-Con todos los recientes acontecimientos en Mar del Plata, fue necesaria una recomposición policial. ¿En qué estado se encuentra ese proceso?
-Hemos armado un nuevo equipo de trabajo dentro de la Policía de Mar del Plata que ya está funcionando. A su vez, estamos desplegando una estrategia operacional preventiva muy importante. No sé si los vecinos han percibido algún cambio, pero la información que nos envían los GPS de los patrulleros indica que se ha incrementado la cantidad de kilómetros que recorren. Tenemos más caminantes en la calle, hay un orden de trabajo que considero virtuoso, y todas estas estrategias de trabajo preventivo policial se corresponden con una articulación con el gobierno local, con el municipio. La idea es no solo mejorar la presencia policial, sino también la calidad de la respuesta a las demandas de seguridad.
-¿Cuáles son los cambios que el vecino va a empezar a notar?
-Bueno, no es solo largar patrulleros a la calle. Hay todo un trabajo de inteligencia criminal y para eso ya vinieron técnicos nuestros para integrar a Mar del Plata con nuestra plataforma tecnológica. En poco tiempo, estará funcionando un sistema en el que cada vez que alguien llama al 911, la información llega al centro de monitoreo de Mar del Plata con la ubicación de GPS y desde allí la policía despacha los móviles. Esa descentralización nos ha permitido en otras jurisdicciones reducir a la mitad los tiempos de respuesta de los patrulleros, además de darle al municipio acceso a muchísima información en tiempo real para desplegar acciones de asistencia a la víctima y control de las actividades policiales. No se trata solo de que la policía llegue más rápido al lugar de los hechos, sino de que el municipio pueda intervenir de manera más efectiva en la prevención y asistencia.
-¿Qué impacto tiene esta estrategia en la reducción del delito?
-Hemos conformado una mesa de política de seguridad local con el municipio, donde tenemos reuniones periódicas para evaluar la implementación de la estrategia. El 50% del delito se concentra en el 7% del territorio. Tenemos mapas y con Inteligencia Criminal podemos predecir dónde hay más chances de que se repitan los delitos prevenibles por la policía. Esto nos permite planificar las zonas de patrullaje preventivo. Ahora vamos a sumar la capa de vinculación con el vecino, que es la que tiene bajo su control y alcance el municipio. Pero es un trabajo que requiere tiempo, ajustes y, sobre todo, colaboración de todas las partes involucradas.
Montenegro, Alonso y Fernández Garello durante la reunión de ayer por la tarde.
-¿Cómo está la articulación con Montenegro, teniendo en cuenta que hubo cortocircuitos, en especial por la llegada de recursos?
-En seguridad no puede haber ningún tipo de grieta, porque cuando un ladrón te viene a robar no te pregunta por quién votaste y la verdad que nosotros tenemos profundas diferencias con el gobierno nacional y con el gobierno local, de hecho llevamos candidatos diferentes. Pero ahora tenemos una responsabilidad institucional y tenemos que trabajar todos juntos. Por eso hemos acordado con el fiscal Garello conformar una mesa de política criminal con el objetivo de avanzar en la desarticulación de las organizaciones criminales que operan en Mar del Plata. Ya estamos trabajando con las áreas de narcotráfico del Ministerio de Seguridad de la Nación, la Fiscalía General y la Justicia penal para perseguir estratégicamente a estas organizaciones.
-¿Cree que la responsabilidad de la seguridad es del municipio?
-La verdad es que no hay seguridad si el gobierno local no ordena la convivencia en el territorio, ¿no? Entonces, tenemos que trabajar juntos la policía y el municipio de la policía. El intendente tiene un pulso, tiene una inteligencia que le llega a través de la gente. Eso luego tiene que impactar en el programa de operaciones policiales. La sociedad es más segura cuando están más cohesionadas. Esas son las más seguras, las menos violentas, por eso es importante el trabajo que el intendente hace con su comunidad. En una sociedad donde la gente tiene laburo, donde los pibes comen en su casa, donde van a la escuela, donde tenemos una vida con clubes sociales, toda esa dinámica sociocultural hace que la convivencia sea más armónica. Entonces, hay cosas que la va a resolver la policía y cosas que la tiene que resolver la Secretaría de Desarrollo Social, los clubes de barrio, las escuelas. A la seguridad la construimos entre todos los actores y también la comunidad es responsable, porque son los ciudadanos los que delinquen.
-El tema de los recursos y el de los patrulleros enviados a Rosario fueron cuestionados en su momento…
-No había tanta necesidad de eso, lo que había en Mar del Plata era una dispersión de recursos y una mala utilización de los recursos. Esta nueva conducción departamental está dándole otra racionalidad, esa racionalidad se está dando como una estrategia de trabajo que está orientada por la evidencia científica. Por eso, es tan importante que los vecinos hagan la denuncia, que llamen al 911. Con cada llamada al 911 se conforma una estadística y eso nos permite tener la demanda del vecino. A su vez, trabajamos con las denuncias de las comisarías, trabajamos con las denuncias que llegan a la Fiscalía también. Toda esa información nos permite tener datos, objetivos, de dónde tenemos los problemas, qué día, a qué hora, en qué momento del día. Eso nos permite armar una planificación, de donde debe trabajar la policía para la prevención.
-Además de la lucha contra el narcotráfico, ¿qué otras problemáticas relacionadas con la seguridad se están abordando en Mar del Plata?
-Estamos muy enfocados en la prevención de la violencia de género. Ahí hay un tema complicado, ha crecido en los últimos meses un 25% la cantidad de denuncias respecto del año pasado, o sea, muchísimo y se corresponde también con un crecimiento de femicidios.
-Por último, ¿cómo han impactado los casos de corrupción dentro de la policía de Mar del Plata?
-No tenemos un problema institucional en la policía. Los casos recientes de jefes departamentales involucrados en corrupción son situaciones puntuales. La misma policía, a través de Asuntos Internos, ha denunciado estos hechos y estamos trabajando con la Justicia para sancionar a quienes cometieron irregularidades. Sin embargo, esto no afecta el trabajo de la mayoría de los efectivos, quienes cumplen con su deber de manera correcta. Estamos comprometidos en limpiar la institución de cualquier foco de corrupción, pero no podemos permitir que unos pocos manchen el trabajo de tantos.
-Entonces, ¿para usted las causas de corrupción policial no tienen estructura institucional?
-No hay algo institucional, hay personas que hacen las cosas mal y hay mecanismos institucionales que funcionan y es la misma policía con Asuntos Internos la que está actuando para ponerle límites a esa situación, entonces eso está funcionando. Hubo mecanismos, institucionales de prevención de la corrupción que están funcionando. Después hay una causa que hay que investigar y hay que ver a dónde nos lleva esa situación.